El virus de la risa
“Dios los cría y ellos se juntan” versa el dicho cuando se encuentran personas que comparten ciertas características de personalidad y conducta. En nuestros escenarios hemos podido ver parejas como los extraños Paco Moran y Joan Pera, los magnificentes Ana Lizaran y Lluís Homar, los musicales Àngel Llàtzer y Manu Guix, los irreverentes Joel Joan y Jordi Sánchez y los vinagre Clara Segura y Bruno Oro. Fuera el destino, el mismísimo Karma o una serendipia… ¡viva!
Clara Segura y Bruno Oro coincidieron en El alcalde de Zalamea el año 2000. Más que el papel que interpretaban, les unieron los ratos entre bambalinas que pasaban entre escena y escena, las risas compartidas y, sobretodo, descubrirse el uno en el otro el mismo sentido del humor gamberro. En seguida iniciaron un camino juntos que les llevó primero a bares, pabellones, espacios al aire libre y teatros de pueblo, del más viejo al más moderno. A aquel primer Nena maca, per favor, les postres siguió No et moguis y la popular serie Vinagre de TV3. Hoy vuelven a reencontrarse en Cobertura, con las mismas ganas (o más) de reír, de reírse de todo, de provocar más risas y de acompañar al espectador en una catarsis emocional más necesaria que nunca.
La obra nos presenta la historia de amor de Guillermo Peñalver y Roxana, un director de cine argentino y la protagonista de su filme más exitoso. La pareja está pasando un momento muy delicado en la relación: mientras ella triunfa como icono del feminismo del entramado online, él vive un declive profesional que les distancia, no sólo física y laboral, también emocionalmente. Si se suma un fallo de cobertura mundial, parece que están condenados al Apocalipsis final.
A Roxana y Guillermo se suman casi una treintena más de personajes interpretados únicamente por ellos dos, por ejemplo, la célebre y muy satirizada Cayetana López de Amor, presentadora del show; Marçal el becario, uno de los personajes que ya conocimos en Vinagre; los dos influencers Nancy y Boris (me atrevería a decir, la crítica más mordaz de todo el espectáculo); el taxista chistoso, que de tan graciosillo como se cree, acaba provocando risas de esas sin sentido; o el entrañable abuelo de Guillermo, exproyeccionista, quien le inculcó su amor por el séptimo arte.
Cobertura es una propuesta de ritmo trepidante, con un entramado de personajes numerosos y variopintos, que acompañan al espectador en diferentes momentos «cinematográficos» de la vida de Roxana y Guillermo: desde el desternillante cásting de la actriz a la ceremonia de la entrega de premios, en que nos sorprenden con el ingenio de otros films como el japonés Yakisoba, el español Deséame, el iraní Burka o el francés Vin rouge.
La mascarilla no apacigua las risas del público,
las oímos desde el escenario.
Clara Segura, en una entrevista para Revolució 4.0 de Catalunya Ràdio
Sin duda se trata de una propuesta muy actual, que pone sobre la mesa la importancia de las redes sociales y sus efectos en las relaciones entre las personas. Una propuesta viva, que ha ido añadiendo nuevos guiños en estos tiempos de pandemia, uno de mis favoritos, “la cultura es clara y segura” dice la misma actriz en un momento dado. Para Oro es tan actual que no sólo brinda una dosis de alegría en estos momentos oscuros, también muestra un paralelismo con este “fallo de cobertura del universo” provocado por el COVID19.
Cobertura se estrenó antes de la pandemia y tuvo oportunidad de hacer una gira por Catalunya. El virus sólo les hizo anular las cuatro últimas funciones. La obra está escrita por Bruno Oro y Alejo Levis, y cuenta con el debut en la dirección de Clara Segura. Es también la primera producción de la pareja, aunque ambos no olvidan la aportación de La Perla 29, que ayuda a aportar más profesionalidad al espectáculo. Sea como fuere, la fórmula funciona: dos temporadas, gira y, lo más importante, ni siquiera las mascarillas apaciguan las carcajadas del público de platea.
El público viene a hacer catarsis. Hay una parte de risa
y otra de emoción que antes de la pandemia no estaba.
Bruno Oro, en una entrevista para Àrtic de Betevé